7.5.
Por José Mompín
Poblet
Director General de EIKONA COMUNICACIÓN, S.A.
EMPIECE DANDO BUENA IMAGEN POR TELÉFONO
El teléfono es, a menudo, el primer
contacto que se tiene con el interlocutor (proveedor o cliente potencial) y,
por tanto, es a partir de ahí que éste se forja una primera imagen de la
empresa, y por extensión de los productos o servicios que vende la compañía.
El teléfono se convierte de este modo
en nuestra primera herramienta de Relaciones Públicas.
Son muchos los detalles que debe
tener presente y cuidar una recepcionista telefónica, y todos y cada uno de los
empleados que, de una forma u otra, contactan con el exterior vía telefónica.
Descolgar el teléfono es abrir una
puerta; pero no nos ven, nos imaginan…
¿Y cómo nos deben imaginar?:
sonrientes, con buen humor, vitales y satisfechos de conversar con el
interlocutor.
Pensemos que el teléfono amplifica
los defectos y que a través del hilo telefónico transmitimos nuestro estado de
ánimo reflejado mediante el volumen de la voz, el tipo de humor, serenidad-intranquilidad,
y la paciencia-impaciencia.
Hay que evitar frases que denoten
aspectos negativos para la imagen de la empresa, como: “no ha vuelto de comer”,
“no lo encuentro”, “no sé donde está”, “tenemos muchos problemas”, “vuelva Vd.
A llamar”, “se ha ido antes de la hora”, “está tomando café”…
Finalmente, es importante que las
frases de despedida incluyan alguno de los aspectos siguientes: agradecer la
llamada; agradecer el pedido; garantizar que cumplimos nuestros compromisos;
ofrecer libertad para nuevos contactos; y, en definitiva, dejar siempre una
impresión positiva.
No perdamos de vista que, ¡la imagen
también vende!...